Más que una gira, en esta ocasión hemos estado acompañando a la canadiense en su periplo en Las Vegas durante 26 semanas.
Ha sido una experiencia enriquecedora para todos. A nosotros nos ha permitido lidiar con una aspirante a cantante de primer nivel y ayudarla a controlar su ego. A Celine le ha permitido aprender mucho de nuestras capacidades vocales a nivel de armonía, registro, capacidad pulmonar. Su principal reto fue, sin duda, superar la frustración tras descubrir que no puede cantar como nosotros y aceptar sus propias limitaciones.
Al final consideramos que era mejor aleccionar a Celine en la vía correcta de la disciplina del Canto de manera gratuita. El destino es caprichoso y nunca sabes si vas a acabar pidiendo que te devuelvan favores y la joven Celine parece tener (ahora sí) un futuro prometedor.
